Sara Berbel inició su Flash citando a Cecilia Castaño, que decía que la primera brecha digital, la que tiene que ver con el acceso a internet, prácticamente ya está cerrada. Sin embargo nos encontramos a día de hoy con una segunda brecha: la de los contenidos a los que se accede. En Internet se está volviendo a repetir los mismos estereotipos que en la vida real: los hombres dominan mundo público, mientras que las mujeres centran sus esfuerzos en la salud, la educación y, en definitiva, los cuidados. Han salido las estadísticas de las carreras universitarias escogidas, y aflora de nuevo la pregunta de siempre ¿dónde están las informáticas y las científicas? Tan solo hay un 27% de mujeres que ha elegido una carrera relacionada con las TIC. Esto no sería un problema si se tratase de una elección libre, y si hubiera las mismas condiciones en las profesiones feminizadas. Pero resulta que las profesiones con muchos hombres gozan de un gran prestigio y tienen una elevada remuneración, mientras que las feminizadas, aquellas que que supuestamente nos gustan, tienen sueldos bajos y poco reconocimiento. Además, apuntaba Sara, casi todos los recortes de la crisis han ido a estas últimas profesiones. De manera que esa diferencia no es una cualquiera, sino que incorpora ya una desigualdad.
¿Cuál es el motivo de esa ausencia femenina en el sector? Nunca es esta una respuesta fácil. Sin embargo, Sara señaló algunas de las causas, como por ejemplo, la falta de referentes. No se trata de una diferencia biológica, pues está demostrado que en la primaria hombres y mujeres tienen los mismos intereses en estos temas. Contrariamente, existe, una presión social, familiar y también el profesorado que desincentiva que las jóvenes a inicien carreras tecnológicas. Por tanto, hay que visibilizar mujeres valiosas, y por ello Barcelona Activa acoge un evento como el WomanLiderTIC. Por otro lado, en la línea de la economía digital, en el Ayuntamiento de Barcelona, se ha creado la primer incubadora de impacto tecnológico donde las mujeres tienen preferencias. Finalmente, también están poniendo esfuerzos en la formación, creando una escuela para mujeres directivas, profesionales y emprendedoras. En conclusión, Sara afirmó que las pequeñas medidas suman pero hay que pensar a lo grande, estructuralmente: “No Small Plans”, como dicen en la Escuela de Chicago.